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1kl de mejillones
2 tomates maduros1 cebolla mediana
1 pimiento verde
1 diente de ajo
2 guindillas
Aceite, sal y azúcar
Picamos la cebolla, el pimiento y el ajo y lo ponemos a rehogar en una sartén con un poco de aceite y con las guindillas. Cuando la cebolla esté transparente incorporamos el tomate rallado, una pizca de azúcar y dejamos que se haga la salsa hasta que pierda el agua del tomate por completo. Mientras tanto limpiamos los mejillones y los ponemos en una cacerola con un chorrito de aceite y tapamos para que se abran los mejillones con el vapor. Cuando estén los vamos separando e introduciendo en la salsa. Añadimos medio vasito del caldo de los mejillones, dejamos cocinar 2 min. más, retiramos las guindillas y listo para servir.
Consejo: Los mejillones que no se abran no sirven, mejor tirarlos. No añado sal porque el jugo de los mejillones es bastante sabroso ya, pero sobre gustos...
Truco: Para disfrutar de todo el sabor de este plato se debe tomar templado.
Con las sobras: Si de una manera inexplicable te has resistido a mojar pan y te ha sobrado salsa, la puedes aprovechar como base de tomate para una pizza de gambas o de atún.